viernes, 25 de abril de 2014

IDEOLOGÍAS

Después de la pequeña introducción en la pasada clase de Educación del Movimiento y de visualizar varios artículos y videos sobre el tema 4 de la asignatura, he llegado a una conclusión sobre lo que se podría entender como Hegemonía y lo que esta conlleva en la sociedad. También he querido proporcionar una reflexión de mi opinión sobre el tema.
Una hegemonía quiere decir que una persona o grupo de dominadores, ejerce un poder imponiendo sus propios valores, opiniones e ideologías que sustenten una sociedad con el fin de llegar a ver el mundo de una manera “natural”, y lo pongo entre comillas porque se entiende como “natural” a lo que realmente se entiende como adecuado dentro de una civilización.
Esta manera de ver como es y como está el mundo, es adquirida por los dominados a través de una hegemonía cultural, es decir, a través de la Educación, la Religión y los Medios de Comunicación. Estos medios son una manera de “educar” a los dominados para que adquieran lo “natural”. Es un juego de palabras que se juntan entre sí para definir un significado a este concepto. Esta manera de “educar” se establece principalmente para llegar a neutralizar esa posible capacidad revolucionaria de las clases dominadas, lo que daría paso a una contrahegemonía. I es que la hegemonía no es un proceso acabado, con esto me refiero a que siempre van a existir luchas y rupturas en una sociedad, produciendo así unos movimientos contrahegemónicos dentro de una realidad cambiante. Esta realidad cambiante sería el proceso por el cual existirán cambios dentro de una sociedad. Un ejemplo de movimientos contrahegemónicos vienen a ser las huelgas. En ellas se percibe una contraposición de pensamientos por parte de las clases dominadas, las cuales se contraponen a lo “natural” (volviendo al juego de palabras).
En mi opinión, creo que en este mundo, en esta sociedad, todos formamos parte de las dos clases sociales. En unos aspectos seremos nosotros los dominantes y en otras los dominados. Con esto me refiero a que no existirá un patrón común de comportamiento que se desentienda entre las dos partes.
Es muy difícil que esto cambie, que todo sea de sentido común ya que siempre van a existir alternativas por parte del otro bando por así decirlo. Tampoco creo que sea mala esta contrahegemoneidad, sin ella no se llegarían a acuerdos o a  cambios en una sociedad,  no se sabría lo que es perjudicial o negativo.

Por último, he buscado un posible ejemplo para definir los conceptos anteriormente hablados:




miércoles, 23 de abril de 2014

EL MOVIMIENTO, ¿EDUCATIVO?

Según la perspectiva racionalista de Peter Arnold, el movimiento tiene un valor intrínsecamente educativo es decir, que se justifica a si mismo a través de tres dimensiones: La educación "sobre" el movimiento, la educación "a través" del movimiento y la educación "en" movimiento, todas relacionadas entre ellas. "Hacemos las cosas porque las sabemos hacer"
Pero, ¿es realmente útil esta perspectiva para la enseñanza del movimiento? ¿hasta que punto es beneficioso? Pienso que las respuestas a estas preguntas pueden ser muy amplias en cuanto a diferentes opiniones pero a mi parecer, estoy totalmente de acuerdo con la expectativa de Arnold, bien porque me parezca una buena teoría o por experiencias personales que detallaré a continuación.
Actualmente estoy ejerciendo de delegado deportivo en los juegos deportivos de mi municipio,Oliva. Este es ya mi quinto año como responsable de varios equipos de niños de diferentes cursos. Principalmente mi trabajo no consiste en enseñar ni mucho menos, ni tampoco en entrenar, simplemente me encargo de dirigir al equipo en los consiguientes partidos. No obstante, soy de los que piensa que no se puede dirigir algo sin enseñar algo y siempre acabo por explicar algunos conceptos, en este caso, de lo que se refiere a movimiento. Cada mes le toca realizar un deporte a cada curso, de tal manera que durante todo el año, los niños tocan varios deportes, desde fútbol hasta hoquey hierba.
Casualmente este mes, el equipo de niños más mayores que hay inscritos disputarán partidos de Voleibol. Son alumnos de sexto y la mayoría de ellos conoce el deporte pero no lo ha practicado nunca. Es por eso, que comenté algunos rasgos fundamentales para jugar a Volei, bien como el toque de dedos, el de antebrazo, la rotación, etc.
En el primero partido fue un caos en cuanto a técnica se refiere. Todo lo que había comentado de forma teórica no había servido de nada, no obstante, cuando empezaron a dedicarse a devolver el balón de forma incorrecta al adversario, es decir, con los puños, ellos mismos se dieron cuenta de que esa no era la manera de ejecutar de forma correcta el movimiento. Por alguna razón, la práctica del movimiento les proporciona un descubrimiento  el cual no adquieren en la teoría, o mejor dicho, que obtienen mejor en la práctica.
Por tanto, invito a la reflexión a la pregunta del título de este post como he hecho yo: el movimiento, ¿es educativo?.
ENTORNO OBESOGÉNICO

En mi primer post de mi blog hago referencia a uno de los problemas actuales en la educación: la tecnología.
En la siguiente entrada hablaré sobre la obesidad infantil, del entorno que la provoca y como mejorarla nosotros como profesores de Educación Física. De como las tecnologías también aparecen como un factor en el entorno de la obesidad y no solo en la educación.
La obesidad infantil de hoy en día es debida al nivel cultural y socioeconómico de las familias. I es que son muchos los factores de este entorno obesogénico, como la publicidad, el comer fuera de casa, los estilos de vida en esta nueva sociedad... pero hay un factor que me causó interés y he querido indagar sobre el tema: el deporte. En mi opinión y basándome en diferentes artículos leídos sobre el tema, creo que la Educación Física no tiene el papel que se merece dentro de la Educación escolar.
El Parlamento Europeo aconseja un mínimo de 3 horas semanales de Educación Física, no obstante, la Legislación Española estipula su mínimo en solo 1 hora de esta asignatura. Este es uno de los motivos por el cual España se encuentra entre los primeros países en Europa. Es un planteamiento un tanto absurdo del gobierno, ya que se supone que están al tanto de la importancia de la E.F. en la Educación y de lo beneficiosa que es para la salud. A mi parecer, la E.F. debería ocupar 5 horas en el horario semanal de la Educación, desde primaria hasta finalizar el bachillerato. 5 horas sería lo ideal sin repercutir en la enseñanza de otras materias y una buena propuesta para fomentar el deporte escolar.
Es triste ver como el deporte tradicional, el de salir a la calle a jugar con los amigos toda una tarde, se ha ido perdiendo o mejor dicho sustituyendo por videoconsolas o ver la TV. Antes todas estas cosas no las teníamos y eramos los más felices jugando al fútbol con la puerta de mi casa de portería, o  bien al pilla-pilla, etc... Ahora yo me fijo en mis primos pequeños cuando el único esfuerzo que realizan es para “matar” al malo de la partida, y es cuando decido que de alguna manera debo actuar y promover para que todos nosotros, futuros educadores del deporte, erradiquemos esta situación tan desfavorecida.
He buscado en varias páginas por internet pero he encontrado una que me ha llamado la atención como protocolo de actuación para suprimir la obesidad infantil. Sería interesante que os paséis por el link, aunque yo ya he resumido unos puntos claves.
Muchas organizaciones como la OMS, la IOTF y el Ministerio de Sanidad y Consumo han promovido una medida como solución al problema: programas de intervención particular. Con ello se refiere a que nosotros como profesores de E.F. debemos identificar a este grupo de usuarios  de gran adiposidad  entre los alumnos de nuestra clase. La mejor manera será basándonos en el IMC.
Nosotros, como apasionados de nuestra, en este caso, futura profesión, tenemos el deber de ayudar a estos alumnos obesos. Ya tenemos identificado a nuestro grupo, el segundo paso sería dedicar más tiempo a estos alumnos, ya que con las pocas horas de E.F. no será suficiente. Nunca culparemos a estos alumnos de su obesidad, ya que las causa serán únicamente sociales, es más, tenemos que promover la actividad física regulada combinada con una buena alimentación.
No olvidaremos que son niños, siempre buscarán que lo que hagan sea divertido. No tendrán un seguimiento para su pérdida de peso si este no es animado. Uno de nuestro siguiente paso, unir el deporte divertido con nuestros programas de pérdida de peso y de alimentación. Hacerlo como un juego continuo para ello, será la mejor motivación.
Muy importante que los padres de estos niños estén concienciados  en la mejora de estos, ya que muchas veces, la familia es un factor por el cual el niño tiende a la obesidad.
Para finalizar, quiero comentar una consigna importante para la prevención de la obesidad:

Que los niños valoren la participación en equipo más que la individual. Es una de las claves a mi parecer, si otros niños lo hacen yo también. La mejor motivación.



YO, ZOQUETE.

La lectura del libro "Mal de escuela" de Daniel Pennac me ha hecho reflexionar sobre mis tiempos de formación académica en primaria y secundaria y he llegado a una conclusión: Yo también fui un zoquete, es más, a día de hoy todavía sigo siendo un zoquete, aunque en menor medida.


Me he sentido identificado en muchas partes del libro en general pero concretamente me vi reflejado en ese zoquete que es ignorado o poco ayudado por el profesor simplemente por el hecho de ser menos habilidoso en los estudios. Pues bien, en el libro de Pennac esta situación se generar a partir de que un alumno le pide fuego a un profesor de una manera un tanto violenta y éste después se niega a ayudarle. En mi caso es una situación diferente pero también se aprecia el poco interés de la profesora por el zoquete.
Mi historia tiene lugar cuando yo cursaba tercero de la ESO por segunda vez en mis estudios. Tengo que decir que siempre he sido un chico de cincos pelados en casi todas las asignaturas menos en Educación Física y en Plástica. Por otra parte estaba el inglés, esa asignatura que a muchos alumnos causa "terror" con el simple hecho de ser nombrada y que tantos suspensos proporciona a muchos estudiantes cada año. Yo no iba a ser menos, además llevaba dos años con la misma profesora y ya me tenía calado, sabía mi forma de redactar en sus exámenes y el poco interés que yo mostraba en su asignatura. No obstante y después de pensarlo bastante, aún no se el motivo por el cual un día decidí estudiarme aquel examen de verbos irregulares. Creo que de alguna manera quería demostrarme a mi mismo que si quería podía, pero eso sí, todo eso de forma inconsciente.
Aquel examen me lo tenía preparado, acudí a clase con seguridad como el que se sabe bien la lección, sin dudas.
Terminé el examen contento, sabedor de haber realizado un buen trabajo y orgulloso de mi mismo. Normalmente, la profesora de inglés tardaba como la que más en la corrección de sus exámenes, la cual manera era un aliciente cuando de normal no estudiaba, unos días más por saber esa nota que en realidad ya sabía en mi interior. Pero esa vez era distinto, era MI EXAMEN, el examen que me había salido perfecto, ya no me parecía correcto que tardase en corregir esos exámenes. Finalmente, llegaron esas notas de sus respectivos exámenes, yo yacía nervioso digamos que era por que iba a sentirme como los demás, como ese alumno aplicado que aprueba todos los exámenes y no como un zoquete. Pues bien, la profesora no me repartió mi examen sino que delante de todos dijo que tenía un 7 pero que iba a hacérmelo repetir porque sospechaba que había copiado, ya que de normal yo no sacaba esas notas. Simplemente por este hecho y no porque me hubiese visto copiando o se lo hubiese dicho alguien, simplemente por eso, lo tuve que repetir. Mi cabreo fue monumental, no daba crédito, eso no podía estar sucediendo, no era posible. Mi esfuerzo desperdiciado por  la profesora que intentaba sorprender. Repetí el examen, saque un 6 y me dejó la nota que había sacado desde un principio, había conseguido demostrarle lo mejor y ella no fue capaz ni de disculparse.
A esta profesora la veo reflejada en el libro de Pennac como a la profesora que no quiso ayudar al zoquete y fue este zoquete quien se superó diariamente queriendo ir siempre a demostrarle a esa profesora que podía. No se si de alguna manera inconsciente esta profesora consiguió ayudarme en algo y conseguir que llegue a donde estoy hoy pero aparentemente, a mi no me lo parece.

Al principio del post, he dicho que a día de hoy sigo siendo un zoquete. Con esto me refiero a que soy capaz de dar mis peores excusas por no haber hecho las tareas o bien porque muchas veces me gusta desconectar. Solo basta con ver mi blog y darse cuenta de que esta es sola mi tercera entrada en estas fechas, un gran zoquete. Pero seguro que este zoquete acaba por darse cuenta como en la historia, de eso estoy seguro, y de que quiere también.